martes, 2 de diciembre de 2014

Crónica sobre el lanzamiento del ARSAT-1



El jueves 16 de octubre de 2014, se lanzó el primer satélite geoestacionario de la Argentina. 


En pleno viaje...

El hecho histórico se realizó en la Guayana Francesa. El tema no es nuevo. Se viene tratando desde hace ya un tiempo en los medios de comunicación. La población entera sabía que el 16 de octubre se iba a producir el hecho. 

A medida que se acercaba la hora del lanzamiento del ARSAT-1, íbamos escuchando a cientos de científicos que nos explicaban cómo iba a ser el recorrido del lanzamiento, en que consistía el propio ARSAT, y más. 

Cuando el reloj marca las 17.30hs, la Televisión Pública comienza a transmitir lo que más tarde iba a quedar como algo inolvidable para todos los argentinos. Todos -creo- nos prendíamos a la televisión a seguir con entusiasmo, emoción y a su vez, tomando de a poco, dimensión de lo que está por ocurrir. 

El contexto se daba parecido (o igual) a cuando el seleccionado de fútbol argentino se presenta en algún lugar del mundo a disputar un partido. Nos agolpamos frente al televisor para poder seguir atentos lo que sucedía. 
Los minutos pasaban, la emoción y la pasión del matemático que llevaba adelante la transmisión, Adrián Paenza, nos la transmitía a los televidentes. Nos invadía a todos de felicidad. Los minutos, sin darnos cuenta, corrieron rápido. El famoso conteo, ese que veíamos en la NASA, ese que se daba en los EE. UU., ahora lo teníamos nosotros. Si bien lo estábamos mirando por televisión y se lanzaba desde la Guayana Francesa por cuestiones de territorio, el satélite, lo que se hizo y los técnicos eran nuestros. 

Silencio. El conteo es inminente; pero de fondo, y al mejor estilo del fútbol, había que sufrir un poco. En la pantalla de la televisión, aparece una luz roja del acompañante del ARSAT, la que nos indicaba que, si no pasaba a verde, el tan ansiado lanzamiento no se iba a realizar. Pero de pronto...se puso la luz en verde y la emoción le gana a la incertidumbre. Todos (sin entender francés) acompañamos el conteo en silencio. Avanza la cuenta regresiva y nuestra piel, se va aerizando. Y si. Se lanzó el ARSAT-1. Allá va. Ahí van los sueños y la felicidad de millones de argentinos de que todo salga bien; que logre acomodarse en su órbita y nos pueda brindar su servicio de forma excelente. Cuando ya no se observa el ARSAT-1 y, como si este lanzamiento fuese poco y no haya cumplido las expectativas, nos recuerdan que el ARSAT-2 Y 3, están armándose y uno, será lanzado en el 2015 para poder ocupar la órbita 81, la que por razones territoriales, nos quería ocupar Inglaterra. 

Sólo resta celebrar y esperar que todo allá arriba, salga bien. En febrero, empezará a brindarnos los respectivos servicios. Mientras tanto...¡buen viaje!

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