Los Juegos Olímpicos cuentan con un costado humano que otras competencias no tienen. En varias disciplinas, han surgido historias impactantes de superación, perseverancia y, algunas, resultan desconocidas por quienes observamos.
Nos encontramos en presencia de atletas reconocidos mundialmente y otros no tanto. Todos, se preparan a lo largo de cuatro años para la cita olímpica. Cita que, a cada disciplina le da su mayor visibilidad. Cuando hablamos de mayores audiencias televisivas, nos tenemos que referir, sistemática y obligatoriamente, a las Copas del Mundo en fútbol y a los Juegos Olímpicos. El mundo se paraliza frente a la pantalla. Tal es así, que el Comité Olímpico Internacional (COI) aprobó la creación de un Canal Olímpico de TV Digital con sede en Suiza y sucursal en Madrid. El organismo creado para gestionar las imágenes es Olympic Broadcasting Services (OBS). “Queremos que sea la mejor plataforma de radiodifusión de los Juegos, el punto de unión de una comunidad mundial, con contenidos emocionales más allá del entretenimiento”, sostuvo el Consejero Delegado, el griego Yiannis Exarchos.
El mundo, también queda paralizado
frente a la pantalla cuando conoce las historias de los competidores. La polaca
Anita Wlodarczyk, quien rompió su propio record mundial en Río 2016 en la
disciplina Martillo, cada vez que lanza, lo hace con un guante y zapatillas
pertenecientes a su amiga polaca Kamila Skolimowska.
Skolimowska obtuvo la medalla de Oro en Sydney
2000 y llego a hacer la mayor estrella en este deporte. En 2009, falleció a los
26 años producto de una infección sanguínea. Desde entonces, su amiga, lanza
junto a ella. “Lanzo todavía con este guante. Aún la recuerdo”, dijo Wlodarczyk
que, cada vez que culmina su lanzamiento, muestra el interior del guante de su
amiga.
Oksana Chusovitina, de Uzbekistán, es la
gimnasta más longeva de Río 2016 con 41 años. Estos Juegos Olímpicos,
representan la séptima participación para ella (desde Barcelona ´92, hasta Río
2016). A Alisher, hijo de Chusovitina, le detectaron Leucemia en 2002, y la
gimnasta decidió abandonar la competencia y nacionalizarse alemana para que su
hijo recibiera un adecuado tratamiento contra la enfermedad. Retomó la
competencia para suplir el costoso tratamiento de su hijo.
En Pekin 2008, su hijo superó la
enfermedad y, ella, a sus 33 años, obtuvo la medalla de Plata en la modalidad
de Salto.
Quizá, esta sea la historia que más nos conmueva, que más nos llegue porque se trata de un argentino. Santiago Lange tiene 54 años y consiguió dos medallas de bronce junto a Carlos “Camau” Espínola en Atenas 2004 y Pekín 2008. Además, ganó dos medallas de plata en los Juegos Panamericanos (1983 y 1987).
Quizá, esta sea la historia que más nos conmueva, que más nos llegue porque se trata de un argentino. Santiago Lange tiene 54 años y consiguió dos medallas de bronce junto a Carlos “Camau” Espínola en Atenas 2004 y Pekín 2008. Además, ganó dos medallas de plata en los Juegos Panamericanos (1983 y 1987).
Lange cosechó cuatro campeonatos del
mundo, tres en Clase Snipe (1985, 1993, 1995) y uno en Clase Tornado (2004).
Los logros del regatista continúan pero aquí haremos hincapié en la superación
del argentino ante una dura enfermedad.
En Río 2016, Santiago Lange compitió en Vela junto a Cecilia Carranza y obtuvo la medalla de Oro para la Argentina. En 2015, Lange fue diagnosticado con cáncer de pulmón, tiempo más tarde, el día de su cumpleaños -22 de septiembre- le extirparon uno de ellos. Nada detuvo al arquitecto naval, quien compartió los Juegos Olímpicos de Río junto a sus hijos Yago y Klaus, 28 y 21 años respectivamente. Cuando subió al podio y miro al cielo, tal vez fue el momento pleno de Santiago Lange. Después de tantos obstáculos, llegó el Oro en Río y acompañado por sus hijos ¿Qué más? “Lange se convirtió en héroe”, dijo Fernando, un amigo de Santiago en un Canal de televisión.
En Río 2016, Santiago Lange compitió en Vela junto a Cecilia Carranza y obtuvo la medalla de Oro para la Argentina. En 2015, Lange fue diagnosticado con cáncer de pulmón, tiempo más tarde, el día de su cumpleaños -22 de septiembre- le extirparon uno de ellos. Nada detuvo al arquitecto naval, quien compartió los Juegos Olímpicos de Río junto a sus hijos Yago y Klaus, 28 y 21 años respectivamente. Cuando subió al podio y miro al cielo, tal vez fue el momento pleno de Santiago Lange. Después de tantos obstáculos, llegó el Oro en Río y acompañado por sus hijos ¿Qué más? “Lange se convirtió en héroe”, dijo Fernando, un amigo de Santiago en un Canal de televisión.
El oro en la vida, Lange lo consiguió
hace tiempo.
Estas son solo algunas de las tantas historias que entregan
los Juegos Olímpicos cada cuatro años. La visibilidad, la superación de los deportistas ante la
adversidad, y el premio final. Detrás de esos cuerpos esculpidos, fortachones,
fibrosos, que se han preparado a lo largo de cuatro años intensos, existen
historias de vida tan o más duras que sus propios cuerpos.
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