"Millones Pratto"

Con el permiso de Matías. 

Cuando juega o se mueve, pareciera que no vemos un jugador de fútbol. Movimientos toscos, pesados, encorvado, de cuerpo ancho, pinta de jugador a primera vista, no tiene. Aunque aguanta la pelota de forma extraordinaria, siempre esta bien parado para marcar goles, define fantástico en el uno contra uno, buen cabeceador, comprometido para defender. Pratto, es un jugador completo. 

Llego a la institución de Liniers en 2012, a jugar solamente la Copa Libertadores de América como tercer refuerzo, tras haberse ocupado los dos cupos reglamentarios para jugar en el torneo doméstico. Creo que para ese entonces, todos nos preguntábamos ¿Quién es? ¿Dónde estaba? Eran lógicas las preguntas, uno no sabia (por lo menos en mi caso) como podía rendir y como era su desempeño y menos, con las atribuciones físicas ya descriptas. Todo cambió, Pratto empezó a caminar con éxito en Vélez. Marco su primer gol por un torneo argentino frente a Independiente. En el 2012, se afianzó como jugador titular de la institución de Liniers. Ya en el 2013, Vélez compra el pase de Lucas Pratto. Había hecho suficientes méritos como para quedarse. Caminando de a poco, en silencio, con un perfil bajo, pero con un nivel futbolístico alto y regular, Pratto conquistó a los hinchas de Vélez y a los hinchas del fútbol. 
El “Oso”, como le dicen, se transformo en una máquina que asistía para que otros conviertan, defendía para lograr conservar la valla invicta, y como si esto fuera poco, hacia lo que le correspondía: Goles, o mejor dicho, golazos. Como el que le hizo a Argentinos Juniors, desde el vértice del área grande, pegándole seco, fuerte; o el que le hace a Rafaela, en el estadio de la “crema”, donde convierte con un cabezazo exquisito por arriba del arquero. Algunos que recuerdo. Tiene muchísimos más. 
Fuera de la cancha, cuando hace declaraciones, es respetuoso, centrado, analiza bien los partidos. Al fútbol argentino, le hacen falta más Prattos. Pero como dijo Matías Canillan en su relato de ayer por Radio Continental, Pratto: es “Millones Pratto”.